Retomando un poco la guerra total donde dejamos el capítulo anterior. Las cosas se complicaron un poco, especialmente porque ya estoy convencido, de que es prácticamente imposible ganarle a un Locust con escopeta a corta distancia. No solamente porque en la dificultad que estamos jugando te matan de un solo disparo, sino que además tienen muchísima vida por lo que a menos que ya haya sufrido daños anteriormente, el destino del jugador es acabar como nosotros en el Gif, no teníamos ni una pequeña chance con Nayfull.

Afortunadamente para nosotros, encontré un arma que finalmente se ajusta a mis comodidades, aunque con joystick es un poco difícil de manejar, "Un rifle de francotirador" así es, un arma capaz de asesinar a los enemigos de 1 o 2 disparos a la cabeza. Excelente para la alta dificultad en la que estamos jugando. Normalmente es necesario utilizar demasiadas balas para matar a cualquier tipo de Locust.

Que mejor que combinar el arma con más rango de disparo del juego, con una mortal escopeta. Lista para asesinar a cada enemigo que entre en el fuego a corta distancia. Debo admitir que no podría ser mejor el combo o mejor dicho, que no se podría ajustar mejor a las cosas que me gustan en todo juego de disparos. Siempre amante de las escopetas y los rifles de francotirador.

Continuando un poco con la historia del juego, llegamos a una especie de refugio lleno de personas, las cuales claramente no tenían intensiones de ser amistosas con nosotros. Al parecer los lugareños le guardan cierto rencor a los pelotones como nosotros.

De igual manera, para nuestra suerte al parecer el líder de los refugiados, le debía un favor a Dominic. Por lo que accedió a prestarnos un transporte que nos permitiera avanzar por la ciudad. El único problema de todo ésto, es que teníamos que buscarlo en una vieja gasolinera por nuestros propios medios.

Y aquí es donde sucedió lo inevitable. Al parecer tengo un imán para los bugs en los juegos. La balsa en la que nos encontrábamos estaba en constante movimiento. En realidad Nayfull iba accionando todo el mecanismo a base de fuerza mientras, yo lo defendía de los enemigos. No se bien cómo ni porqué, terminé teletransportado a un espacio inexistente, sin cobertura y sin poder salir. Básicamente la única salida real, fue reiniciar desde un punto de control. No podía ser un gameplay mío si no había bugs eventualemente JAJAJA.

A partir de aquí, la oscuridad representa la muerte. Literalmente, cómo podrán ver los pobres guardias que estaban ahí para ayudarnos y darnos provisiones, tuvieron la desgracia de que se les apagó la luz y explotaron en un enjambre de criaturas voladoras. Al parecer éstas, asesinan a todo lo que toque la oscuridad, seamos nosotros o sean Locust. Matan indiscriminadamente.

No fue nada fácil avanzar a lo largo de la ciudad con tanta oscuridad y repleta de enemigos, al parecer los Locust sabían perfectamente de nuestros planes. Inclusive al finalmente llegar al vehículo y cargarlo de combustible, nos asediaron al instante. No hay un minuto de descanso en Gears of War. No estoy seguro de cómo nuestros héroes logran aguantar tanto tiempo, con el estrés y el cansancio.

Claramente después de tanto trabajo, no podía faltar un minijuego con el vehículo. Estoy totalmente conforme con que nos hayan permitido manejarlo. La mecánica éra simple, un jugador se dedica a manejar y el otro a disparar con el rayo de luz a las criaturas nocturnas, las cuales al parecer no soportan ni el más mínimo destello y son quemadas al instante. Aunque no fue nada fácil debo admitir.