The pain of losing an only child. [Eng-Esp]

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It's been months since the news of Amber's demise, I just couldn't believe that my best friend was dead. I was too busy at work that week when I was called and told that she had been buried. It was sad news I still couldn't believe.

I wished to wake up one morning and hear that the news was fake but months passed and I didn't see Amber calling my phone or running to my house to make silly jokes or make breakfast. Even with all this happening, I refused to believe my best friend was dead for real.

One day, I decided to take a leave from work to visit her house to confirm the death after waiting for months to see her come out of her hideout to no avail. Her mother was in a depressed state and almost going deranged. The sorrows of losing an only child, I felt her pain too. Amber was a very loving and adorable child.

I walked into Amber's room and her perfume hit me so hard. I breathed it in, Amber's smell was always fresh, she was the lavender lover and she always had that smell on her right from when we were kids. I turned to look at her picture on the wall and it was bent to one side almost falling off to the ground. I immediately reached out to it and placed it properly.

I couldn't take my eyes off the picture in the frame till I heard her dog whining from outside. I looked out through the window and it was drizzling and the dog was there all by itself. It looked cold and it sure needed a hug. I quickly went outside to grab the dog.

When I bent to pick it up, it barked like it just saw its owner then I looked up, Amber was there. I was so happy to see her but something was a little off about her. I ran to hug her. Her body was cold as ice. "I thought you're dead", I said with so much emotion in my tone. "I'm dead," she retorted.

I was shocked to the marrow, I held her hands asking her to tell me she was alive but she repeatedly told me she was dead. With tears in her eyes, she cried as she turned her attention to the whimpering dog. She rubbed its fur and then the heavens opened in its abundance and it poured greatly in us. She handed the dog to me asking me to take care of it.

"What happened to you Amber", I asked very eager to know what killed her. The Amber I know wasn't sick of any disease neither did she have any enemy nor was she involved in an accident.

She immediately turned her back to leave but I kept asking then she turned around. With a smile she said; "I was burning on the inside but nobody realized it, not even you, my best friend. Redal broke my heart, he was the only one I ever loved, I couldn't live life watching him with someone else neither could I tell any of you because after all you never supported the relationship with him. When he broke me I decided to kill myself. I drugged my drink and that's it, I slept and didn't wake up please tell my mom I'm sorry. I know the pain she's going through right now, the pain of losing an only child but I had no choice Rebecca".

I saw tears roll down her cheeks, I hugged her and tried to console her but before I could open my eyes she was gone. My hands were just curved like that in the air. I was wet from head to toe then I picked up the dog and turned to leave the open field. Her mother was there and she's been watching us the whole time. She was speechless and slumped to the ground. I called for help immediately and she was taken to the hospital.

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"I saw her, Rebecca, I saw her" were the words that came out of her mouth before the doctor slid the syringe into her body putting her into deep sleep. Before leaving the hospital, I left her a note containing the message Amber asked me to deliver.

She's getting better but she still can't get over the death of her beloved daughter and the dog is very much healthy. Time to time, I visit Amber at the cemetery and drop her lavender flowers. She really loves them.

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Espanol

El dolor de perder a un hijo único.

fuente

Han pasado meses desde la noticia del fallecimiento de Amber, no podía creer que mi mejor amiga estuviera muerta. Estaba muy ocupada en el trabajo esa semana cuando me llamaron y me dijeron que la habían enterrado. Era una noticia triste que aún no podía creer.

Deseaba despertarme una mañana y escuchar que la noticia era falsa, pero pasaron los meses y no vi a Amber llamando a mi teléfono o corriendo a mi casa para hacer bromas tontas o preparar el desayuno. Incluso con todo esto, me negaba a creer que mi mejor amiga había muerto de verdad.

Un día, decidí pedir un permiso en el trabajo para visitar su casa y confirmar la muerte, después de haber esperado durante meses para verla salir de su escondite en vano. Su madre estaba en un estado depresivo y casi enloqueciendo. Las penas de perder a un hijo único, yo también sentí su dolor. Amber era una niña muy cariñosa y adorable.

Entré en la habitación de Amber y su perfume me impactó mucho. Lo respiré, el olor de Amber era siempre fresco, era la amante de la lavanda y siempre tenía ese olor desde que éramos niños. Me giré para mirar su foto en la pared y estaba doblada hacia un lado casi cayendo al suelo. Inmediatamente me acerqué a ella y la coloqué en su sitio.

No pude apartar los ojos de la foto en el marco hasta que oí a su perro gemir desde fuera. Miré por la ventana y estaba lloviznando y el perro estaba allí solo. Parecía tener frío y seguro que necesitaba un abrazo. Salí rápidamente a coger al perro.

Cuando me agaché para cogerlo, ladró como si acabara de ver a su dueño y entonces miré hacia arriba, Amber estaba allí. Me alegré mucho de verla, pero había algo raro en ella. Corrí a abrazarla. Su cuerpo estaba frío como el hielo. "Pensé que estabas muerta", dije con mucha emoción en mi tono. "Estoy muerta", replicó ella.

Me conmocionó hasta el tuétano, le cogí las manos pidiéndole que me dijera que estaba viva, pero me dijo repetidamente que estaba muerta. Con lágrimas en los ojos, lloró mientras dirigía su atención al perro que gemía. Ella frotó su pelaje y entonces los cielos se abrieron en su abundancia y se derramó en gran medida en nosotros. Me entregó el perro pidiéndome que lo cuidara.

"¿Qué te ha pasado Ámbar?", pregunté muy ansioso por saber qué la había matado. La Ámbar que yo conozco no estaba enferma de ninguna enfermedad ni tenía ningún enemigo ni estaba involucrada en un accidente.

Inmediatamente se dio la vuelta para irse, pero seguí preguntando y se dio la vuelta. Con una sonrisa dijo: "Estaba ardiendo por dentro pero nadie se dio cuenta, ni siquiera tú, mi mejor amigo. Redal me rompió el corazón, fue el único al que amé, no podía vivir la vida viéndolo con otra persona ni tampoco podía decírselo a ninguno de ustedes porque después de todo nunca apoyaron la relación con él. Cuando me rompió decidí suicidarme. Me drogué con la bebida y ya está, me dormí y no desperté por favor dile a mi madre que lo siento. Sé el dolor por el que está pasando ahora mismo, el dolor de perder a un hijo único pero no tuve elección Rebecca".

Vi que las lágrimas rodaban por sus mejillas, la abracé e intenté consolarla pero antes de que pudiera abrir los ojos ya se había ido. Mis manos se curvaron así en el aire. Estaba mojada de pies a cabeza y luego recogí al perro y me di la vuelta para salir del campo abierto. Su madre estaba allí y nos estuvo observando todo el tiempo. Se quedó sin palabras y se desplomó en el suelo. Pedí ayuda inmediatamente y la llevaron al hospital.

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"La he visto, Rebecca, la he visto" fueron las palabras que salieron de su boca antes de que el médico deslizara la jeringa en su cuerpo sumiéndola en un profundo sueño. Antes de salir del hospital, le dejé una nota con el mensaje que Amber me pidió que le entregara.

Está mejorando, pero todavía no puede superar la muerte de su querida hija y el perro está muy sano. De vez en cuando, visito a Amber en el cementerio y le dejo flores de lavanda. A ella le encantan.