Murdered in the most gruesome manner. [Eng-Esp]

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Tricia, a college student, just lost her father. He was her best friend and the most supportive father anyone could wish for. This situation almost made her lose her mind, she kept asking why the world and humans were so cruel even to their fellow humans.

One cold night, it was pouring as narrated by Tricia to her psychologist, three men drenched in the rain approached my house and requested to be accommodated for the night as they said their car broke down by the road and they were badly in need of a place to spend the night.

My dad being a very generous man let them in, he gave them a change of clothes and food because when they arrived, my dad and I were having a late night dinner so he asked them to join in. They looked quite suspicious to me because I had this feeling that they were bad guys trying to escape from the police.

Few minutes later, the police siren could be heard from a distance. When the men knew the police approached our house, one of them brought out a knife and placed it on my neck. He told my dad to get the door but he must tell the police that he had no one but his daughter at home.

My dad accepted because he didn't want them to kill me. He did as he was told and the cops left. Back in the house they tied my mouth, hands and legs leaving me on the floor while they faced my dad who was scared not because of himself but because of me. I kept mumbling and struggling to free myself but there was no way. My dad tried to help me and they kicked him in the stomach. He fell to the ground and blood came out of his mouth.

When he saw the blood, he immediately grabbed a table knife and stabbed one of the men in the leg. The guy groaned in pain but dad couldn't fight for himself. There were three men while he had just himself. They punched him repeatedly, taking the knife he used in stabbing the other guy from him.

I saw my blood ooze out of dad's nose and when he coughed, blood came out of his mouth too. He stretched his hands to hold me but as he reached out to me, they pierced the knife in his hands he screamed and retrieved his hand.

They stuffed a dirty handkerchief in his mouth to avoid his loud groaning. I watched my dad in so much pain, he pleaded with them to let him go but that only made them come to me. The one that had been stabbed finally got up and hit me with his gun. That's how I passed out.

I later woke up in darkness with this excruciating headache, I felt cold and wet, then I tried to remember what happened and hot tears escaped my eyes. Were they gone? I asked myself without having any meaningful answer to give. I wished my father was still alive but the liquid that covered where I lay didn't smell so good plus it was somehow sticky.

Morning finally came, even though I had a blindfold on, I could sense it. I heard the police siren blaring from a distance and a few seconds later, I sensed footsteps approaching me. A hand lifted me and I tried to fight back but the voice said "it's okay miss, it's ok", when the blindfold was taken off, what I lay in was a pool of my father's blood. They had cut him open in the most gruesome manner.

The first thing that came out of my mouth was "what about the criminals"? "They're in the van", one of the cops responded nicely. The police had caught them before they could escape. I wanted to kill them myself. The knife which they used to cut my dad was on the floor beside his body, I picked it up and ran out in a flash.

I didn't wait to be told nothing. I put it into their hearts one after the other. I didn't care what would happen but they also deserved to die gruesomely. The police held me, I laughed as I watched them struggle to survive and I said "so y'all feel pain too, ha! you do huh"?.

My life changed somehow as I began to behave like a deranged person so I was given a professional psychologist to help me move on with my life but I still couldn't forget how my father died because of trying to be nice to strangers.

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ESPANOL

Asesinada de la manera más espantosa.

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Tricia, una estudiante universitaria, acaba de perder a su padre. Era su mejor amigo y el padre más comprensivo que cualquiera podría desear. Esta situación casi la hizo perder la cabeza, no dejaba de preguntarse por qué el mundo y los humanos eran tan crueles incluso con sus semejantes.

Una noche fría, en la que llovía a cántaros, como le contó Tricia a su psicólogo, tres hombres empapados por la lluvia se acercaron a mi casa y pidieron alojamiento para pasar la noche, ya que dijeron que su coche se había estropeado en la carretera y necesitaban urgentemente un lugar donde pasar la noche.

Mi padre, que es un hombre muy generoso, los dejó entrar, les dio una muda de ropa y comida porque cuando llegaron, mi padre y yo estábamos cenando tarde, así que les pidió que se unieran. Me parecieron bastante sospechosos porque tuve la sensación de que eran tipos malos que intentaban escapar de la policía.

Pocos minutos después, se oyó la sirena de la policía a lo lejos. Cuando los hombres de la policía se acercaron a nuestra casa, uno de ellos sacó un cuchillo y me lo puso en el cuello. Le dijo a mi padre que abriera la puerta pero que debía decirle a la policía que no tenía a nadie más que a su hija en casa.

Mi padre aceptó porque no quería que me mataran. Hizo lo que le dijeron y los policías se fueron. De vuelta a la casa me ataron la boca, las manos y las piernas dejándome en el suelo mientras se enfrentaban a mi padre que estaba asustado no por él sino por mí. Yo seguía murmurando y luchando por liberarme pero no había manera. Mi padre intentó ayudarme y le dieron una patada en el estómago. Cayó al suelo y le salió sangre de la boca.

Al ver la sangre, cogió inmediatamente un cuchillo de mesa y apuñaló a uno de los hombres en la pierna. El tipo gimió de dolor pero papá no pudo luchar por sí mismo. Eran tres hombres mientras que él sólo se tenía a sí mismo. Le dieron varios puñetazos y le quitaron el cuchillo que había utilizado para apuñalar al otro tipo.

Vi cómo mi sangre rezumaba por la nariz de papá y, cuando tosió, también salió sangre de su boca. Estiró las manos para sujetarme, pero al extenderlas hacia mí, le atravesaron el cuchillo en las manos, gritó y recuperó la mano.

Le metieron un pañuelo sucio en la boca para evitar sus fuertes gemidos. Observé a mi padre con tanto dolor, les suplicaba que lo dejaran ir pero eso sólo hizo que se acercaran a mí. El que había sido apuñalado finalmente se levantó y me golpeó con su arma. Así fue como me desmayé.

Más tarde me desperté en la oscuridad con un dolor de cabeza insoportable, sentí frío y humedad, luego traté de recordar lo que había pasado y se me escaparon lágrimas calientes. ¿Se han ido? me pregunté sin tener ninguna respuesta significativa que dar. Deseé que mi padre siguiera vivo, pero el líquido que cubría el lugar donde yacía no olía muy bien y además era algo pegajoso.

Por fin llegó la mañana, aunque tenía los ojos vendados, podía sentirla. Oí la sirena de la policía sonando a lo lejos y, unos segundos más tarde, sentí unos pasos que se acercaban a mí. Una mano me levantó y traté de resistirme, pero la voz dijo "está bien, señorita, está bien", cuando me quitaron la venda, lo que había era un charco de sangre de mi padre. Lo habían abierto de la manera más espantosa.

Lo primero que salió de mi boca fue "¿qué pasa con los criminales? "Están en la furgoneta", respondió amablemente uno de los policías. La policía los había atrapado antes de que pudieran escapar. Yo mismo quería matarlos. El cuchillo con el que cortaron a mi padre estaba en el suelo junto a su cuerpo, lo cogí y salí corriendo en un santiamén.

No esperé a que me dijeran nada. Se lo clavé en el corazón uno tras otro. No me importaba lo que pasara, pero también se merecían morir de forma espantosa. La policía me abrazó, me reí al verlos luchar por sobrevivir y dije "así que ustedes también sienten dolor, ¡ja! lo sienten ¿eh?

Mi vida cambió de alguna manera ya que empecé a comportarme como una persona desquiciada por lo que me dieron un psicólogo profesional para ayudarme a seguir con mi vida pero todavía no podía olvidar cómo murió mi padre por tratar de ser amable con extraños.