Las damas de la cena / The dinner ladies. [Eng-Esp]

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It was nightfall and everyone had retired to bed to get a good sleep after having a stressful day in class.

I lay in bed unable to sleep when suddenly my tummy growled angrily. I knew the worms were gonna fight me till I fed them something. I had to think of what to do quickly before it was too late and then it growled even more noisily this time, my roommates got up. They told me I wasn't the only one who was hungry, that they were all hungry too. I was glad somehow that I didn't wear the hunger shoe alone, I had accomplices.

We were three in a room and we were best friends. I immediately came up with a plan that we sneak into the school's cafeteria and get some food to feed our hungry worms. It was gonna be difficult but as best friends we enjoyed trying out crazy things.

We immediately got out of bed and sneaked our way out of the hostel. The security was roaming around the place and we needed a good timing to get ourselves to the back of the cafeteria before we were caught. We could be put on detention if caught and none of us needed that.

After much calculation on how to escape the security guard, we finally arrived at the cafeteria. We breathed in and out with smiles forming on our faces. I opened the door slowly and waited for my friends to enter before shutting it behind us.

When I shut it, it creaked loudly and my heart skipped. We immediately hid under the long benches there while the security came around to check what made the noise. "Who's there?'' he barked like an angry dog and at this point we all held our breaths. He flashed his light everywhere inside the Caf and luckily for us he saw nothing.

When he was gone, we crept out of our hideout and headed to the kitchen where the food was stored. Our joy knew no bounds when we got to the door. With excitement and caution, I opened the door slowly so it didn't make any creaking sound, then I quickly peeped to see if anyone was there before entering.

I couldn't move or breathe when I saw what was going on inside the Caf. I saw the dinner ladies cutting open a human body. They were doing it so fast. There were three bodies on the floor while they cut open the fourth. Worst of all was that they put the flesh in the big pot they use in cooking the food. Seeing that made me almost choke to death.

My friends noticed my frozen state and when they looked too, one of us threw up. We were gonna be in trouble. The dinner ladies heard it and we had to do something quickly. There was a little hideout there so we quickly docked down. They came out with their hands filled with blood as they flashed their light all over the place searching for us.

When they found no trace of anyone around, they went back to do their job and we seized the opportunity to escape. We finally got back to our hostel but the memories didn't let us sleep.

We've been eating human flesh as meat the whole time. I lost the appetite to eat anything in that school till the day I and my friends left the school. We didn't taste their meal anymore but we were sure to expose them with the help of our parents.

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ESPANOL

Las damas de la cena.

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Era de noche y todo el mundo se había retirado a la cama para dormir bien después de haber tenido un día estresante en clase.

Yo estaba tumbada en la cama sin poder dormir cuando de repente mi barriga gruñó enfadada. Sabía que los gusanos iban a pelearse conmigo hasta que les diera de comer algo. Tuve que pensar en qué hacer rápidamente antes de que fuera demasiado tarde y entonces gruñó aún más ruidosamente esta vez, mis compañeros de habitación se levantaron. Me dijeron que no era el único que tenía hambre, que todos tenían hambre también. Me alegré de alguna manera de no llevar el zapato del hambre sola, tenía cómplices.

Éramos tres en una habitación y éramos los mejores amigos. Inmediatamente se me ocurrió un plan para que nos coláramos en la cafetería del colegio y consiguiéramos algo de comida para alimentar a nuestros hambrientos gusanos. Iba a ser difícil, pero como mejores amigos disfrutábamos probando cosas locas.

Inmediatamente nos levantamos de la cama y salimos a hurtadillas del albergue. La seguridad rondaba por el lugar y necesitábamos una buena sincronización para llegar a la parte trasera de la cafetería antes de que nos pillaran. Si nos pillaban, nos podían castigar y ninguno de nosotros lo necesitaba.

Después de muchos cálculos sobre cómo escapar del guardia de seguridad, finalmente llegamos a la cafetería. Inspiramos y espiramos con sonrisas formadas en nuestros rostros. Abrí la puerta lentamente y esperé a que mis amigos entraran antes de cerrarla tras nosotros.

Cuando la cerré, crujió con fuerza y mi corazón dio un vuelco. Inmediatamente nos escondimos bajo los largos bancos que había allí mientras los de seguridad se acercaban a comprobar qué había provocado el ruido. "¿Quién está ahí?", ladró como un perro furioso y en ese momento todos contuvimos la respiración. Hizo brillar su luz por todas partes dentro del Café y por suerte para nosotros no vio nada.

Cuando se marchó, salimos sigilosamente de nuestro escondite y nos dirigimos a la cocina, donde estaba la comida. Nuestra alegría no tuvo límites cuando llegamos a la puerta. Con emoción y precaución, abrí la puerta lentamente para que no hiciera ningún ruido de chirrido, luego me asomé rápidamente para ver si había alguien antes de entrar.

No podía moverme ni respirar cuando vi lo que ocurría dentro del Café. Vi a las señoras de la cena cortando un cuerpo humano. Lo hacían muy rápido. Había tres cuerpos en el suelo mientras cortaban el cuarto. Lo peor de todo fue que pusieron la carne en la gran olla que usan para cocinar la comida. Ver eso hizo que casi me ahogara.

Mis amigos se dieron cuenta de mi estado de congelación y cuando miraron también, uno de nosotros vomitó. Íbamos a tener problemas. Las señoras de la cena lo oyeron y tuvimos que hacer algo rápido. Había un pequeño escondite allí, así que nos acoplamos rápidamente. Salieron con las manos llenas de sangre mientras alumbraban todo el lugar buscándonos.

Cuando no encontraron rastro de nadie por allí, volvieron a hacer su trabajo y nosotros aprovechamos la oportunidad para escapar. Por fin llegamos a nuestro albergue, pero los recuerdos no nos dejaron dormir.

Estuvimos comiendo carne humana como carne todo el tiempo. Perdí el apetito de comer cualquier cosa en esa escuela hasta el día en que mis amigos y yo dejamos la escuela. Ya no probamos su comida pero nos aseguramos de exponerla con la ayuda de nuestros padres.